Cuando le establecemos primeramente como paciente, usted tendrá un Ultrasonido completo de una o sus dos piernas. Este primer ultrasonido también referido a ¨Mapeo de venas¨ donde cada una de sus venas es evaluada. Después de cada procedimiento tendrá un ultrasonido de seguimiento. Estos ultrasonidos son típicamente más cortos que el examen inicial; en este caso hay venas específicas que estamos chequeando. Hay tres razones principales por las que hacemos esto.

La primera razón es para asegurarnos que el procedimiento fue exitoso y que las venas tratadas hayan cerrado. Para ver que la vena tratada no tenga flujo sanguíneo en ella. La segunda razón es para estar seguros que no hay coágulos sanguíneos internos. Aunque los coágulos sanguíneos ocurren raramente, es un factor de riesgo cada vez que tenga algún procedimiento. La tercera razón por la que hacemos un ultrasonido de seguimiento, después de cada procedimiento es porque alrededor de un 25% después de tratar una vena, otras venas comienzan a funcionar y ser competentes. La razón de esto es cuando venas largas tienen reflujo, hacen que otras venas que talvez son competentes tengan reflujo. La sangre agrupada puede ejercer una presión extra en otras venas, haciendo que estas tengan reflujo también. Cuando estas venas que causan los síntomas son tratadas, las otras venas no tienen que trabajar tan arduamente para llevar la sangre de vuelta al corazón.

Solo queremos tratar venas que no están trabajando correctamente y evitar cualquier procedimiento innecesario. Lo que esto significa para usted como paciente, es que talvez no necesite tantos tratamientos como los que fueron planeados en su consulta inicial. ¡Esas son buenas Noticias!